El entumecimiento de las manos, la sensación de hormigueo en los dedos y el dolor en el área de la mano son síntomas típicos del síndrome del túnel carpiano. Aquí podrás averiguar en qué consiste esta enfermedad, cuál es el procedimiento de diagnóstico y qué aspectos tener en cuenta sobre el tratamiento y el proceso de curación.
¿Qué es el síndrome del túnel carpiano?
El síndrome del túnel carpiano, también conocido médicamente como STC, es un síndrome de compresión en la zona de la articulación de la muñeca: se ejerce presión sobre un nervio, lo que provoca síntomas como el dolor en la muñeca y en la mano. En algunos casos, el propio nervio puede resultar dañado.
Entre los síndromes de compresión de nervios periféricos en la zona de las manos, los pies, las piernas y los brazos, el síndrome del túnel carpiano es el más común: su prevalencia alcanza hasta el 10% de la población. Según este estudio, los expertos indican que las mujeres padecen el síndrome del túnel carpiano aproximadamente de tres a cuatro veces más a menudo.
¿En qué consiste el síndrome del túnel carpiano?
El túnel carpiano está situado en la zona de la muñeca. El ligamento carpiano (retináculo flexor), que sostiene la articulación, forma un túnel flexible junto a los huesos carpianos. El nervio medio del brazo (nervio mediano), junto con nueve tendones musculares, atraviesa esta vía.
El síndrome del túnel carpiano es un síndrome de compresión de un nervio causado por la compresión del nervio mediano. Cuando el túnel carpiano es demasiado estrecho, por diversas razones, el nervio recibe una presión persistente, lo que puede resultar en un daño del nervio. La constricción del túnel puede pasar desapercibida en la juventud: el STC suele ser diagnosticado entre los cuarenta y los sesenta años, y suele ocurrir de forma más común en ambas manos.
Causas del síndrome del túnel carpiano
Mediante investigaciones y encuestas exhaustivas de pacientes, se han identificado factores claves causantes del STC. Estos incluyen, por ejemplo:
- Sobreesfuerzo físico excesivo en la articulación de la muñeca, durante el trabajo físicamente exigente (trabajar con un martillo, por ejemplo) o actividades repetitivas
- Tumores en la zona del túnel carpiano
- Desalineación de los huesos tras una rotura de la mano
- Nervios nodulares engrosados (ganglios)
- Acumulación elevada de líquido (edema) en los tejidos, por ejemplo, durante el embarazo o debido a una tiroides poco activa
- Enfermedades degenerativas, reumáticas, hormonales y relacionadas con el metabolismo: nervios más sensibles a la presión debido a la diabetes mellitus o la artritis reumatoide, así como la deposición de proteínas resultante de la amiloidosis
- Constricción natural en la zona del túnel carpiano (por ejemplo, predisposición genética o en mujeres)
¿Se puede prevenir el síndrome del túnel carpiano?
Para prevenir los síntomas relacionados con el STC, una opción es crear un lugar de trabajo ergonómico para las actividades laborales diarias: un soporte para la base del pulgar al escribir en un teclado y usar un ratón ergonómico, son opciones útiles. Las manos y las muñecas deben poder descansar de forma cómoda cuando trabajamos en el escritorio: la forma óptima de hacerlo es asegurarse de que el brazo superior e inferior forman un ángulo de 90 grados. Las sillas y mesas ajustables en altura son útiles en este sentido.
Las personas que practican deporte regularmente y ejercen un esfuerzo físico excesivo en las muñecas, deben planificar períodos de descanso: esto es algo fundamental para el tenis, los ejercicios de peso corporal, el squash y el voleibol. Estos períodos de descanso pueden ayudar a prevenir el exceso de esfuerzo físico en las muñecas.
¿Cuál es el procedimiento diagnóstico para el síndrome del túnel carpiano?
En la consulta del médico, se realiza una entrevista médica detallada (anamnesis) cuando se sospecha el síndrome del túnel carpiano, seguido de un examen de la zona afectada, que incluye:
- Examen y palpación (tocando la zona)
- Examen del control motor y la sensibilidad superficial
- Pruebas de movilidad, como el test de Phalen, el signo de Hoffman-Tinel o la prueba de compresión carpiana (test de Durkan)
Test de Phalen
Para esta prueba, el paciente coloca las manos juntas frente al pecho de manera que las superficies dorsales se toquen entre sí con los dedos apuntando hacia abajo. La parte posterior de las manos se presiona ligeramente una contra la otra y se mantiene la posición durante aproximadamente un minuto. Si se presentan sensaciones anormales como hormigueo, puede indicar la presencia de síndrome del túnel carpiano.
Signo de Hoffman-Tinel
Para esta prueba, el paciente coloca la parte posterior de su mano hacia arriba sobre una superficie; luego el médico golpea con un martillo pequeño especial en el sitio donde se encuentra el nervio mediano. Si el paciente percibe una sensación de hormigueo similar a una descarga eléctrica leve en la zona de los nervios, esto también es un indicador de síndrome del túnel carpiano.
Además de la palpación y los exámenes de la función motora, se puede realizar un diagnóstico neurológico si se sospecha el síndrome del túnel carpiano: esto implica examinar la velocidad de conducción nerviosa y, en algunos casos, realizar una resonancia magnética o una ecografía de la articulación de la muñeca para obtener una opinión experta.
Es necesario realizar un diagnóstico exhaustivo del síndrome del túnel carpiano para descartar cualquier posible diagnóstico diferencial: esto podría significar que los síntomas no se encuentren en la zona de la muñeca, sino más bien en las vértebras cervicales; otra posible diagnosis diferencial podría ser la polineuropatía, como resultado de ciertas enfermedades básicas.
Síntomas que indican STC
Al tratarse de un síndrome de compresión del nervio, el síndrome del túnel carpiano inicialmente presenta síntomas de manera esporádica, que suelen ser desencadenados con frecuencia por el sobreesfuerzo. Los primeros signos del STC incluyen:
- Entumecimiento ocasional y/o dolor en las manos
- Sensación de hormigueo en el pulgar, dedo medio e índice
- Despertarse por la noche debido al entumecimiento de la mano, que se siente "peluda"
Cuanto más avanzado está el síndrome, los síntomas ocurren de manera más frecuente. Además, se puede manifestar dolor y disminución de la fuerza en la zona de la mano: estas sensaciones anormales (parestesia) también pueden irradiar hacia la zona del antebrazo y/o los hombros.
Cuando se sospechan síntomas de síndrome del túnel carpiano, es importante acudir a un médico en una etapa temprana e iniciar cualquier tratamiento médico necesario; al hacerlo, se puede prevenir mejor el empeoramiento de los síntomas y el daño permanente al nervio mediano. A largo plazo, no tratar el STC puede suponer un riesgo de pérdida de fuerza en la zona afectada. ¿La consecuencia? Limitaciones sustanciales en las actividades diarias.
Tratamiento del síndrome del túnel carpiano
Para un grado muy bajo de síndrome del túnel carpiano, puede ser suficiente en la fase inicial aguda usar un soporte, como la Muñequera Protectora de Hansaplast, para aliviar el nervio mediano. Sin embargo, tan pronto como haya signos de empeoramiento de los síntomas y el sueño se vea considerablemente afectado, se deben tomar medidas terapéuticas adicionales en consulta con un médico. El objetivo es evitar el inicio de cualquier daño permanente.
Como ocurre con otras enfermedades, para el síndrome del túnel carpiano inicialmente se puede proporcionar un tratamiento conservador. Los síntomas pueden mitigarse mediante:
- Una muñequera protectora
- Un vendaje para aliviar el dolor
- Terapia física
Con frecuencia, los pacientes con síndrome del túnel carpiano también pueden beneficiarse al realizar ejercicios en casa: ejercicios de estiramiento específicos, apretar una pelota antiestrés o usar un entrenador para reforzar la muñeca, por ejemplo.
Ejercicios de estiramiento para el síndrome del túnel carpiano
Este ejercicio comienza extendiendo el brazo afectado hacia afuera, con la palma de la mano hacia arriba. Luego, se sujeta suavemente la mano del brazo extendido y se tira hacia abajo, de manera que se inicie un ligero estiramiento en la zona de la muñeca. Los dedos, en general, apuntan hacia el suelo. Es esencial no estirar demasiado la mano para evitar que la articulación se sobrecargue.
Cuando un médico receta el uso de una férula o una ortesis, esta puede usarse solo por la noche o durante todo el día. En cualquier caso, se debería notar una mejoría notable en los síntomas después de un máximo de seis semanas; si los síntomas persisten, se deberán considerar medidas adicionales.
Es bueno saber que, para síntomas especialmente graves, se puede considerar el tratamiento del síndrome del túnel carpiano con medicamentos. Una opción es la medida llamada infiltración, en la cual se inyecta cortisona u otros medicamentos para el dolor en la zona afectada. Esto puede proporcionar alivio, pero no resolverá las causas del síndrome.
¿Es necesaria la cirugía para el síndrome del túnel carpiano?
Si no se observa mejora mediante un método conservador, la cirugía es una opción: la operación se conoce como neuroólisis, e implica ampliar el canal nervioso y, por lo tanto, eliminar la constricción que afecta al nervio.
En la mayoría de los casos, la operación se realiza de forma ambulatoria y mediante endoscopia. Esto implica que el médico crea una pequeña abertura en la piel para acceder a la articulación de la muñeca, lo que deja una cicatriz menor después. Sin embargo, en algunos casos puede ser necesario hacer una incisión más grande para acceder a la zona afectada.
¿Cuánto dura el período de curación del síndrome del túnel carpiano?
El período de tiempo entre el diagnóstico del síndrome del túnel carpiano y su curación puede variar considerablemente. Especialmente en el caso de los tratamientos conservadores, se requiere mucha paciencia, ya que es necesario determinar si las ortesis o los ejercicios tendrán un éxito duradero. En un alto número de casos, esto puede llevar muchos meses.
Un riesgo adicional en un tratamiento tan arduo es la postura compensatoria adoptada automáticamente por el paciente. Esto puede provocar tensión muscular y dolor miofascial y, como consecuencia, los síntomas pueden empeorar.
Es de suma importancia que, durante el tratamiento conservador y como seguimiento a la operación, el paciente reciba terapia física. De esta manera, se puede aumentar la movilidad de la muñeca y prevenir el dolor crónico.
Si bien se requiere mucha paciencia durante el proceso de curación de los tratamientos conservadores, por lo general, la articulación de la muñeca y las manos del paciente pueden volver a utilizarse con fuerza parcial recuperada después de tres semanas. Por lo general, se necesitan alrededor de seis semanas para que la capacidad normal de funcionamiento de la mano se restaure. Después de la cirugía, nueve de cada diez pacientes no experimentan más síntomas.
Laura de Bruin se graduó en 2013 como fisioterapeuta en la Hogeschool de Rotterdam. En septiembre de 2015, comenzó la Maestría en Terapia Manual en Rotterdam. En junio de 2018 obtuvo con éxito este título, y luego, en septiembre de 2021, comenzó la Maestría en Fisioterapia Psicosomática en Utrecht. Laura de Bruin considera importante brindar una atención de buena calidad de manera eficiente y respetuosa, que cumpla con las preferencias, deseos y expectativas del paciente tanto como sea posible. Además de los tratamientos individuales con los pacientes, también supervisa grupos de ejercicios. En los últimos años también ha seguido varios cursos sobre dolores de cabeza, problemas de cuello, hombros y espalda.
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