Las distensiones musculares, las inflamaciones o los moratones pueden afectar de forma intensa y permanente a nuestros músculos y articulaciones. Por eso, para contrarrestar el desarrollo de la hinchazón y evitar así daños que lleguen a ser irreparables, es recomendable vendar las áreas afectadas. Y, ante esta situación, llegamos a un punto muy importante: es fundamental aprender a aplicar vendajes correctamente para evitar más lesiones a raíz de un uso incorrecto.
¿Qué es un vendaje?
El término venda proviene del francés y significa mantener unido. Las lesiones en las articulaciones o en la espalda suelen estar acompañadas de dolor o inmovilidad: los vendajes se encargan de reducir el dolor, de proteger contra otros daños externos y de estabilizar la parte del cuerpo afectada. Los más habituales son los vendajes elásticos, que ayudan a sostener una o varias partes del cuerpo.
Se pueden aplicar tras una lesión, pero, a menudo, también como medida preventiva cuando se practica deporte: se emplean con el objetivo de proteger las articulaciones durante actividades exigentes, protegiéndolas de torceduras o magulladuras.
Sobre torceduras, contusiones y vendajes
Caerse, tropezarse y torcerse el tobillo es algo muy común: en algún momento de nuestras vidas, la mayoría de nosotros nos hemos lesionado haciendo deporte o tras algún percance de menor importancia en las labores cotidianas. Y, aunque algunas de estas lesiones son leves y se pueden tratar con aplicaciones básicas en casa, cuando se tornan más graves es recomendable que las examine un médico.
¿Qué es una distensión?
Las distensiones son desgarros en la estructura fibrosa de músculos y articulaciones que se producen cuando los músculos se estiran más allá de sus límites naturales. Suelen aparecer cuando se practican deportes que implican cambios rápidos de dirección o movimiento. La fibra muscular afectada no se desgarra, sino que se contrae de manera refleja para evitar una lesión mayor: esta reacción se manifiesta en calambres y endurecimiento muscular. Es lo que conocemos también como ‘tirón’ muscular.
Cuando se sigue un tratamiento adecuado, la mayoría de los tirones suelen curarse en pocos días; en este sentido, la compresión mediante un vendaje puede proporcionar la estabilización y protección necesarias al músculo dañado.
¿Qué son los moratones?
Son contusiones causadas por fuerzas externas que pellizcan el tejido muscular entre los huesos y que provocan sangrado en las capas más profundas de la piel. A diferencia de las distensiones, no provocan desgarros en los músculos; en cambio, además de la sangre, en ocasiones también se escapa líquido articular, algo que puede provocar la inflamación de la articulación.
Para tratar el hematoma, el área afectada debe enfriarse inmediatamente después de la lesión y, a continuación, vendarse. Si el dolor no desaparece después de unos días, será necesaria una visita al médico: allí podrán diferenciar con mayor claridad entre un hematoma y una fractura.
¿Qué tipos de vendajes existen?
Según el área de aplicación, se pueden distinguir dos tipos: los vendajes de gasa, que se utilizan principalmente en el sector de los cuidados, y las cintas kinesiológicas, más enfocadas a la práctica deportiva.
Es recomendable tener en casa vendajes de gasa de diferentes tamaños, de manera que, cuando algún miembro de la familia sufra una pequeña distensión o algún golpe, se le pueda proporcionar ayuda rápida. Es algo que no debe faltar en el botiquín de primeros auxilios.
Vendajes de gasa elástica
Los vendajes de gasa fijan y protegen suavemente los apósitos para heridas. Están disponibles en varios grados de resistencia y flexibilidad, y se suelen emplear para reparar las articulaciones en caso de distensiones o hematomas. Los vendajes tienen entre 4 y 12 cm de grosor y suelen ser autoadhesivos, lo que facilita su uso.
Cintas kinesiológicas
Las cintas deportivas son parches de algodón que se adhieren directamente a la piel a través de un adhesivo inocuo. Gracias a su fuerte adherencia, los músculos sienten alivio y permiten que puedas seguir haciendo ejercicio aunque tengas una distensión. A diferencia de los vendajes de gasa convencionales, las cintas deportivas estimulan la circulación sanguínea y, por tanto, promueven un efecto de curación más rápido.
Cómo aplicar un vendaje correctamente
Un vendaje sólo puede lograr el efecto deseado si se aplica de manera correcta, y, para ello, debe adaptarse a la parte del cuerpo en cuestión. Aplicar los distintos vendajes requiere práctica y conocimientos teóricos, por lo que queremos compartir contigo varios consejos sobre cómo vendar los tobillos, las muñecas y las rodillas de forma adecuada.
¿Cuál es la forma correcta de vendar el tobillo?
Si te has torcido un pie o un tobillo, debes utilizar un vendaje adecuado para brindar alivio a la parte lesionada. El vendaje de gasa debe tener un ancho de aproximadamente 7 centímetros; para niños, con un ancho de 3 centímetros suele ser suficiente.
Para empezar, debes colocar la venda de gasa enrollada al comienzo de los dedos y vendar desde allí hasta la punta del pie; luego, continuar atando hasta el tobillo. Es importante que las capas solo se superpongan entre centímetro y centímetro y medio. Para envolver el tobillo, pasa el vendaje por su parte exterior y envuélvelo dos veces; a continuación, baja el vendaje por la parte interior del tobillo hasta el arco del pie y vuelve a subir hasta el tobillo, para asegurar una mayor sujeción. Una vez finalizado el vendaje, puedes asegurarlo con el esparadrapo Classic de Hansaplast. Con este vendaje, el esguince de tobillo debería sanar en varios días.
¿Cómo vendar correctamente las muñecas?
Una muñeca torcida se puede tratar fácilmente aplicando la técnica de vendaje adecuada. En este caso, comienza envolviendo cada dedo individualmente; a continuación, envuelve el vendaje alrededor de la palma una vez y vuelve a envolver la palma de la mano alrededor del pulgar. Una vez aplicada esta técnica, vuelve a envolver el vendaje alrededor de la muñeca varias veces.
Si la lesión es más grave, también puedes atar todo el brazo desde la muñeca hasta el codo para dar más estabilidad a la muñeca torcida. Eso sí, asegúrate de que cada capa se superpone a la anterior en aproximadamente un 50%. En estos casos, cuando llegues al codo, puedes fijar el vendaje con un esparadrapo. Una buena opción en caso de pieles sensibles es nuestro esparadrapo Sensitive: hipoalergénico y con una adherencia respetuosa con la piel.
¿Y cómo aplicar un correcto vendaje en la rodilla?
La práctica deportiva puede causar distensiones o estiramientos excesivos de los ligamentos de la rodilla: en estos casos, en lugar del vendaje habitual para compresión, también puedes usar vendajes tradicionales.
Antes de comenzar a vendar tu rodilla, siéntate y estira el pie hasta que quede lo más recto posible. Comienza a vendar justo en la articulación y, después, sigue envolviendo hacia abajo, con cuidado de superponer las capas anteriores hacia la mitad de la anterior. A continuación, envuelve el vendaje en varias capas de nuevo hasta la rodilla; para fijar el extremo del vendaje, puedes utilizar nuestro esparadrapo Soft. Por último, comprueba la adherencia y la fuerza del vendaje doblando ligeramente la rodilla.
Vendaje para la trombosis
Independientemente de si el paciente tiene tromboflebitis superficial o trombosis venosa profunda, los vendajes que se aplican en estos casos son de compresión. El objetivo de esta presión externa es evitar que el trombo crezca más y acelerar el flujo sanguíneo hacia el corazón; por ello, un buen tratamiento de compresión alivia considerablemente los síntomas agudos al reducir la hinchazón. Una vez que la hinchazón en la pierna haya disminuido, el vendaje se reemplazará por una media de compresión ajustada.
Un vendaje de compresión solo es efectivo si se ajusta correctamente, por eso es fundamental que se adapte a la parte del cuerpo afectada. No debe aplicarse ni demasiado suelto (no será eficaz) ni demasiado apretado (congestionará la sangre).
¿Qué otros aspectos se deben tener en cuenta al aplicar vendajes?
Los vendajes, generalmente, se aplican de izquierda a derecha y hacia el corazón. La herida del vendaje hacia el corazón se llama ascendente; la que se aleja del corazón, descendente. Es importante asegurarse de que el vendaje no pueda deslizarse ni contraerse.
Aunque los vendajes ayudan a la recuperación de las lesiones y a que los músculos se relajen, deben usarse con cuidado: pueden dejar daños duraderos si no se aplican correctamente o si se usan demasiado tiempo. Llevarlos durante demasiado tiempo puede provocar atrofia muscular o pérdida del equilibrio, pues la sangre de la parte del cuerpo vendada puede circular peor debido a la compresión. En estos casos, pueden conducir a sensaciones de entumecimiento.