¿Así que tienes un trabajo de oficina y dedicas por lo menos 40 horas semanales a estar sentardo frente al ordenador?¿Y la zona cervical tiene problemas o la zona lumbar duele? No te preocupes. Esto no significa que sufras algún daño sino que tu cuerpo está "fatigado" por el trabajo.
Los Detalles Pueden Marcar La Diferencia
Olvida echar la culpa a tu silla de la oficina
Lo que mucha gente no sabe: El entorno de trabajo (sea la posición del ordenador, la altura del escritorio o la forma ergonómica de la silla) ejercen una influencia muy leve sobre cómo responde el cuerpo. Por lo tanto, olvida echar la culpa a la silla de la oficina ¡no se trata tanto de la silla como probablemente de ti!
La mayoría de los que trabajan en oficinas experimentarán dolor de espalda o dolor cervical en algún momento. Habitualmente, el dolor no se debe a nada serio y se resuelve en el curso de días o semanas. Significa simplemente que músculos y grupos musculares que no están expuestos físicamente podrían acortarse o debilitarse, mientras que otros llegarían a tensarse o contracturarse. Esto es sólo natural si pasas mucho tiempo frente a un escritorio, pero puede ser evitado si te muestras proactivo respecto a tu propia salud y buen estado físico.
No hay duda de que es siempre conveniente lograr que el entorno de trabajo sea lo más agradable posible para ti. Sin embargo, lo que realmente importa en la prevención del dolor de espalda, cuello y hombros es utilizar tu propio potencial para reforzar tus músculos. Actúa para contrarrestar la monotonía o la falta de uso de los músculos. Asimismo, considera los factores de estrés psicológico y trata de evitarlos. Factores como el estrés o la sobrecarga, con demasiado trabajo o responsabilidad, pueden contribuir considerablemente a la tensión. Si experimentas distensiones y dolores, obsérva y mira cuándo aparecen.
Si estás haciendo una actividad que te apasiona y te interesa es mucho menos probable que aparezca el dolor, mientras que en momentos de estrés o desagrado, sea de carácter personal o relacionado con el trabajo, el dolor podría aumentar
Así, la clave reside en lo que descubras: ¿Qué puedes hacer para ser más proactivo respecto a la prevención del dolor? Hemos recopilado para ti algunos consejos útiles.
Evitar El Dolor De Espalda Y La Tensión Cervical
¡MUÉVETE! Si tienes que sentarte frente a tu escritorio durante un periodo prolongado, cambia a menudo de posición y concede a tu espalda una pausa poniéndote de pie y pasear, aproximadamente cada hora, o practicando algunos ejercicios. Aprovecha cualquier posibilidad que tengas para moverte. Usa las escaleras al ascensor. Encontrarás una opción de ejercicios individualizados para situaciones de oficina y periodos prolongados de estar sentado en nuestra biblioteca de vídeos.
¿QUÉ HACER SI TE ATACA EL DOLOR DE ESPALDA?
¿Qué puedes hacer para ayudarte?
Una lista de sencillos consejos sobre lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer, te ayudará a afrontar el dolor de espalda y te permitirá mejorar tu vida.
Si es posible, permanece activo como de costumbre. Sin embargo, acude al médico si estás preocupado sobre el dolor de espalda o si el dolor persiste o empeora súbitamente.
Consulta con el médico si puedes o no mantener el trabajo y, en caso necesario, comenta con tu jefe lo que se puede hacer para facilitar tu permanencia en el trabajo.
Si es necesario, modifica el tipo de actividad causante del dolor.
Mejora respecto al dolor de espalda. Infórmate y escucha a tu cuerpo. Si es necesario, consulta con un médico, fisioterapeuta o quiropráctico.
No permanezcas en la cama esperando que el dolor desaparezca. En el pasado ésta era la respuesta aceptada para el dolor de espalda, pero la evidencia demuestra esta actitud no ayuda a recuperarse. Cuanto antes te muevas, tanto mejor.
No te preocupes, el dolor de espalda es, en raras ocasiones, serio y preocuparse demasiado al respecto servirá sólo para retrasar la recuperación.
No renuncies a la actividad simplemente como medida para evitar el dolor.
TRATA DE CALENTARTE
Relaja la zona cervical
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