Las altas temperaturas y el buen tiempo ya están llegando, y las ganas de pasar tiempo fuera de casa son tentadoras. Es en esa época del año cuando se puede volver a sentir la arena entre los dedos de los pies o dar un paseo descalzo y relajante por la hierba sin mayor preocupación. ¿Sabías que andar sin zapatos es más saludable y recomendable de lo que parece? En este artículo te explicamos por qué debes hacerlo más a menudo.
Por qué deberías andar descalzo
En la planta del pie existen numerosos receptores que, al andar descalzo, se estimulan creando un efecto positivo. Esto se debe a que, al caminar con los pies desnudos, el cerebro experimenta su propia posición de manera más consciente; sin embargo, la mayor parte del tiempo tenemos los zapatos puestos, lo que provoca que los pies dejen de experimentar esa sensación.
Por otro lado, andar descalzo también beneficia a la estimulación de los reflejos del pie, regulando además la presión sanguínea. Así que anímate a quitarte los zapatos de vez en cuando y a disfrutar de la sensación.
Conoce los beneficios de caminar descalzo
Proporciona equilibrio y esfuerzo en los músculos
Es normal que con el paso del tiempo el cuerpo comience a crecer y, con él, el tamaño de los pies. Como consecuencia, los zapatos se quedan pequeños y el uso excesivo de un calzado apretado provoca que esta extremidad se comprima. Por este motivo, es importante comenzar a andar descalzo desde una edad temprana para garantizarle un buen equilibrio al pie.
Una buena forma de comprobarlo es prestando atención a la forma de andar cuando se está descalzo y también cuando lo haces con zapatos. Cuando una persona camina con los zapatos puestos, normalmente tiende a pisar primero con el talón, mientras que cuando está descalza es la planta del pie lo que toca primero el suelo. En este caso, la longitud de la zancada disminuye, aumentando su frecuencia y mejorando la capacidad de equilibrio.
Por otro lado, el uso constante de los zapatos afecta de manera negativa a los pies, evitando que se ejerciten adecuadamente los músculos. En cambio, andar descalzo incrementa el esfuerzo que emplea la extremidad en compensar las irregularidades del suelo.
Corrige enfermedades ortopédicas
Por si fuera poco, caminar descalzo también proporciona beneficios para los discos inverterbrales de la columna. ¿Y cómo es eso posible? Al caminar sin zapatos, los músculos del pie ayudan a corregir problemas ortopédicos (desalineaciones o problemas de rodilla, cadera y espalda…) y previenen futuras lesiones.
Favorece la circulación sanguínea
La ausencia de un calzado apretado favorece la circulación y las defensas del cuerpo: esto provoca que los músculos de los dedos y las pantorrillas trabajen a toda velocidad para, posteriormente, prevenir la aparición de afecciones como varices y trombosis.
Produce un efecto relajante
Las personas expuestas a mucho estrés pueden beneficiarse de andar descalzas ya que, automáticamente, se camina más despacio y puede tener un efecto relajante. En estos casos, es recomendable descalzarse en lugares que estén en contacto con la naturaleza, que es el sitio ideal para desconectar.
Los pies pueden respirar mejor
No es un secreto que caminar descalzo proporciona una mejor ventilación para los pies. Especialmente, las personas que tienden a sudar con frecuencia deben ser las que lo practiquen más a menudo. Es recomendable porque por muy transpirable que sea el material del zapato nunca podrá evitar del todo la formación de malos olores.
Los mejores lugares para caminar descalzo
Aunque ya conoces los múltiples beneficios de andar sin zapatos, debes tener cuidado con las superficies sobre las que caminas. Cuando te descalces asegúrate de no pisar un terreno con objetos puntiagudos o afilados, de esta forma puedes evitar todo tipo de heridas. En cambio, existen mejores opciones para escoger:
- Suelos blandos
- Prados suaves y frondosos
- Jardines
- Arena blanda y cálida
- El suelo de tu propia casa
Si no dispones de jardines, un patio con césped, arena o alguna superficie blanda no te preocupes. Te ofrecemos una alternativa: un parque amplio y frondoso. Cuanto más grande sea el parque, más zonas habrá disponibles para descalzarse, como un pequeño puente de madera, rincones con piedras de lava o con arena de grano grueso. Incluso, grandes prados verdes sobre los que descansar o disfrutar de un buen plan al aire libre.
La zona de la piscina es también un buen lugar para descalzarse, pero dependiendo de su ubicación puedes caminar por praderas blandas, asfalto caliente, saltar de una piscina a otra, superficies con diferentes relieves, entre otros. No obstante, al tratarse de una zona cálida y húmeda mucha gente prefiere llevar zapatos en la piscina por motivos de higiene y miedo a las infecciones. Pero ante este inconveniente, el mejor remedio es secarse bien entre los dedos nada más salir del agua para prevenir.
En cambio, el lugar menos recomendable para descalzarse es, sin duda, en la ciudad, y sobre el asfalto. En estos espacios, en particular, existe más riesgo de lesiones y heridas graves por cristales rotos u otros objetos peligrosos.
Qué sabes de las zapatillas barefoot
¿Sabías que en el mundo del running el calzado descalzo es tendencia? Parece una contradicción, pero, en realidad, existen unas zapatillas diseñadas para que al caminar proporcione la sensación de estar descalzo, las zapatillas barefoot, y al mismo tiempo el calzado protege lo suficiente la planta del pie. Cualquier otro producto, como las zapatillas para correr convencionales, no ofrece una amortiguación y soporte adecuados, por lo que debilita los músculos.
Las zapatillas barefoot son populares por su suela fina, flexible y sin plantilla; además, proporcionan más espacio a los dedos por su anchura en la parte delantera, lo que obliga a los músculos del pie y de la pierna a estar constantemente fortalecidos. Si decides cambiar a este calzado, debes tener paciencia y dejar que el pie se acostumbre al principio. Empieza por llevarlas en tu día a día, y dos o tres semanas después puedes empezar a correr.
IMPORTANTE: ¿Padeces artrosis o alguna deformidad en el pie? En ese caso, debes abstenerte de utilizar estas zapatillas. Ante enfermedades de este tipo es recomendable utilizar un calzado que agarre firmemente.
Cómo tener bien cuidados los pies después de caminar descalzo
Aunque andar descalzo es un ejercicio saludable, debes tener en cuenta el buen cuidado de tus pies debido al desgaste de la piel. Aquí tienes algunos consejos y trucos para mantenerlos bien cuidados para el verano.
En primer lugar, sumérgelos en agua caliente para darles un baño relajante mientras exfolias la piel. A continuación, con una toalla seca bien los pies, sobre todo, entre los dedos. Por último, aplica sobre la piel una crema hidratante, de esta manera volverán a estar suaves y relucientes. Pero ¿sabías que la arena es lo más parecido a un exfoliante? Por lo que descalzarse y caminar sobre ella no es solo una práctica relajante y saludable, sino que también ayuda al cuidado de la piel.
Por otro lado, si quieres que tus pies luzcan un buen aspecto en público, especialmente en verano, no dudes en hacerte la pedicura con regularidad. De la misma manera ocurre con los callos, aunque tengan una función protectora al caminar descalzo, a muchas personas les resulta una imagen desagradable. Por lo que, para proteger la piel puedes optar por nuestros apósitos para callos Hansaplast, especiales para las zonas donde se ejerce más presión. O las ampollas mix pack, que protegen y brindan un alivio inmediato a la zona afectada.
