Es probable que los pies sean una de las partes del cuerpo más olvidadas cuando llega el invierno; y, precisamente por eso, necesitan de una atención especial. Aunque pasan la mayor parte del tiempo resguardados en botas y calzados cerrados, también con temperaturas frías y secas los pies requieren de cuidados específicos para mantenerse calientes.
Causas de los pies fríos
Los pies se vuelven fríos cuando los vasos sanguíneos se contraen y la sangre se bombea a los órganos vitales, como el corazón, los pulmones o el cerebro. Es por ello que las partes del cuerpo más alejadas de estos órganos reciben menos sangre caliente y, como consecuencia, tenemos los pies o las manos frías. Se trata de un mecanismo protector del cuerpo humano.
Aunque, eso sí, si sufres constantemente de pies fríos, también podría deberse al estrés, a la falta de ejercicio o a la falta de líquidos. Tampoco se puede descartar que enfermedades relacionadas con la tiroides o la diabetes tengan relación con estos síntomas. Por tanto, es recomendables que visites a tu médico de cabecera si tienes los pies fríos de forma persistente.
En la mayoría de casos, los pies se pueden calentar rápida y fácilmente con un cuidado adecuado y siguiendo algunos consejos.
Cómo entrar en calor con un baño de pies
Los baños con agua caliente son ideales para combatir el frío en los pies. La lavanda y la milenrama son plantas recomendables para estos cuidados, así como también aditivos de baño populares como el eucalipto, las agujas de abeto o los castaños de indias. De igual manera, un simple baño de sal suele ser una buena opción para calentar tus pies si vives en climas fríos.
¿Nuestro consejo para un baño de sal? Añade un puñado de sal al agua tibia, que debería estar a una temperatura de entre 30 y 32°C. A continuación, remoja tus pies durante diez minutos y, luego, sécalos. Después del baño, es recomendable aplicar crema en las plantas de los pies antes de colocarte los calcetines, una opción ideal para sentirte realmente cómodo.
El ejercicio es el mejor remedio para el frío
No son pocas las personas que reducen el ejercicio regular en invierno, pero la realidad es que es justamente eso lo que necesita nuestro cuerpo para calentarse. Una buena caminata el fin de semana o una actividad cotidiana en el gimnasio pueden ayudar a evitar la sensación de pies fríos, por ejemplo.
Los ejercicios específicos en los pies también estimulan la circulación sanguínea, de manera que evitemos hasta que los dedos se queden fríos. ¿Cómo? Masajeando las plantas de los pies, moviendo los dedos de manera vigorosa o haciendo movimientos circulares: hay muchas formas de hacer que tus pies cansados vuelvan a estar en funcionamiento.
Caminar descalzo por la nieve activa la temperatura de tus pies
Y es que, cuando pisas la nieve, tus pies quedan expuestos al frío glacial e, inmediatamente, se empiezan a sentir cálidos. ¿A qué se debe? A que caminar directamente sobre la nieve estimula la circulación sanguínea y reaviva los espíritus cansados.
Por eso, si vives en una zona donde suela nevar en invierno, ten en consideración este consejo: nada más levantarte, sal a caminar durante dos o tres minutos por el jardín cubierto de nieve; luego, sécate los pies y ponte calcetines calientes. El resultado es muy efectivo. Eso sí, cuidado: ¡la temperatura no debe ser inferior a -5°C!
¿Una montaña rusa de emociones para los pies?
Cuando hace frío, también es de gran ayuda aplicar directamente aire frío y aire cálido a los pies. Alternar temperaturas en los baños también influyen en ese sentido, además de fortalecer el sistema inmunológico.
Y compartimos contigo una recomendación: toma dos recipientes y llénalos de agua. Uno, de agua caliente; otro, de agua fría. Mete los pies en el primero para, después de unos cinco minutos, hacer lo propio con el segundo. Y repite la operación dos o tres veces. Te ayudará.
La comida sana ayuda a revivir los pies fríos
Los pies y manos fríos sufren de deficiencia de vitamina B durante el invierno, por eso puedes calentar tu cuerpo (y, por ende, tus pies) mediante una nutrición específica y determinados alimentos. Las sopas, bebidas calientes y comidas picantes estimulan la circulación. Especias como el chile, el jengibre, el cardamomo, la nuez moscada, la pimienta y la canela también son elementos naturales que ayudan a regular la temperatura del cuerpo.
La hidratación también afecta a la temperatura de los pies
Si el cuerpo carece de suficiente cantidad de líquido, la sangre se vuelve más espesa y deja de circular correctamente. Esto afecta especialmente a las manos y los pies, que acaban enfriándose al ser los extremos del cuerpo. El alcohol y los cigarrillos también eliminan agua del cuerpo. Por eso, es importante beber al menos dos litros de agua o té sin azúcar al día.
Dentro de nuestras recomendaciones, aquí va una con mucho sabor: un buen té de jengibre es fácil de preparar y ayuda a entonar el cuerpo. Pela un trozo de jengibre del tamaño de un pulgar y córtalo en rodajas; a continuación, ponlo en una taza con una ramita de canela y vierte agua caliente por encima. Solo tendrás que dejarlo reposar unos instantes y… ¡a disfrutar!
La hidratación también afecta a la temperatura de los pies
Nos ponemos calcetines gruesos para no tener los pies fríos, eso es innegable. Pero, si tus pies están metidos en calcetines y botas gruesas durante todo el día, no es de extrañar que pueda aparecer un olor desagradable en los pies. Para no tener que afrontar este tipo de sorpresas cuando te vuelvas a quitar el calzado, lo ideal es un desodorante para pies. El desodorante 2 en 1 para pies, de Hansaplast, proporciona una protección fiable contra el mal olor de los pies durante 48 horas.