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Dolor de rodilla: causas, síntomas y posibles tratamientos

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A lo largo de la vida de una persona, la rodilla puede verse afectada por numerosas lesiones a causa de prácticas deportivas o también a raíz de situaciones cotidianas: hablamos de fracturas óseas, distensiones y desgarros de ligamentos, roturas del ligamento cruzado o lesiones del menisco, por ejemplo. La osteoartritis de la rodilla puede aparecer como parte del proceso natural del envejecimiento, pero también como consecuencia tardía de las lesiones anteriormente mencionadas.

Las principales causas del dolor de rodilla son, generalmente, dos:
- Lesiones (por ejemplo, lesiones deportivas)
- Osteoartritis (desgaste de la articulación)

Existen cambios degenerativos en la rodilla que pueden aparecer a partir de los 35 años, una situación bastante habitual. Estos cambios pueden tener diferentes causas: desalineaciones (desviaciones del eje normal de la articulacion de la rodilla, como piernas arqueadas o rodillas en "X"), sobrecargas, lesiones, enfermedades vasculares o consecuencias de enfermedades articulares (como la artritis reumatoide) son algunos ejemplos. Sin embargo, los estudios también demuestran que el cambio degenerativo en la rodilla puede estar presente sin ningún síntoma, es decir, las personas afectadas no sienten dolor aunque tengan signos de desgaste en la articulación de la rodilla.

En el caso de que aparezcan síntomas en esta zona, son típicos los dolores punzantes o tirantes después de períodos prolongados de reposo, como al levantarse por la mañana. Si hay molestias permanentes en la rodilla o si estas aumentan con el tiempo, por lo general, una base de ejercicio regular y unas sesiones de entrenamiento pueden ser un buen remedio.

En otras ocasiones, el estiramiento, la flexión o la tensión general en la rodilla pueden volverse estímulos dolorosos con el tiempo. Dependiendo de la causa y la gravedad, las molestias en la rodilla deben tratarse de manera conservadora, con analgésicos antiinflamatorios, fisioterapia y ejercicios. La cirugía sólo es necesaria en los casos más extremos.

Para evitar llegar a este punto, es importante tomar medidas preventivas como el fortalecimiento muscular a través de ejercicios específicos y, si fuera necesario, el uso adicional de soportes articulares.

¿Qué causa el dolor de rodilla?

Las rodillas suelen estar sometidas a mucha tensión en la vida cotidiana y en el deporte: amortiguan los saltos y se alternan continuamente para estirarse y flexionarse al caminar y correr. Los tendones, los ligamentos, los músculos, la fascia y el cartílago de la rodilla participan en estos movimientos, y se desgastan naturalmente a lo largo de la vida. La rapidez con la que avanza el desgaste depende de diversos factores.

La articulación de la rodilla está sometida a una fuerte carga física en el día a día y, por tanto, es susceptible a lesiones. En el caso del llamado dolor de rodilla no específico o funcional, las molestias ocurren por desequilibrios musculares sin que haya hallazgos patológicos, como lesión o artrosis. Sin embargo, la rodilla también es una estructura que soporta peso, volviéndose más saludable y fuerte cuanto más la cargamos y utilizamos en la vida cotidiana; es decir, a pesar de una carga constante en estas articulaciones durante toda una vida, la mayoría de las personas no tienen molestias en sus rodillas.

Las razones por las que algunas personas desarrollan dolor debido a la osteoartritis de la articulación de la rodilla y otras no aún no se comprenden de manera concluyente. Sin embargo, al igual que el dolor de espalda, ocurre lo mismo con las grandes articulaciones del cuerpo humano: se trata de un evento multifactorial y, por tanto, influyen factores de diversos tipos, como el estilo de vida, las condiciones genéticas, la dieta, el ejercicio o la salud mental.

Lesiones y enfermedades comunes en la rodilla

Para tomar medidas específicas contra el dolor de rodilla, es importante conocer su causa. Los desencadenantes más comunes son:

Ligamentos desgarrados / distendidos

La articulación de la rodilla está sostenida por tendones y ligamentos; en consecuencia, la distensión de los ligamentos hace que la articulación sea más inestable desde el punto de vista funcional. En el caso de que haya un desgarro del ligamento, la inestabilidad es aún mayor. Un ligamento desgarrado no solo se siente, sino que también se escucha a través de un sonido de chasquido. El síntoma principal es un dolor agudo y punzante; además, el tejido circundante se inflama, se calienta y se enrojece. A veces, basta con un desafortunado giro de la rodilla al correr o al levantarse de un salto para distender o desgarrar un ligamento.

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Rodilla del corredor o del saltador

La rodilla del corredor es una irritación tendinosa en la zona del tracto iliotibial, una placa con tendones en la parte exterior de la articulación de la rodilla que conecta la rodilla con el anillo pélvico. El dolor de rodilla al trotar y caminar es típico en este caso. Si quieres empezar a trotar, o especialmente si pretendes volver a hacerlo, consulta las recomendaciones de los expertos para evitar ejercer demasiada presión sobre tus músculos y articulaciones.

La rodilla del saltador es una irritación o sobrecarga del tendón rotuliano que se manifiesta como dolor en la parte frontal de la rodilla, justo debajo de la rótula. Es común en deportes como el voleibol, el balonmano y el baloncesto.

 
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Artrosis de rodilla (desgaste articular)

La osteoartritis de rodilla es una enfermedad de desgaste que puede aparecer por causas muy diversas: puede deberse a un proceso de envejecimiento, pero también puede ocurrir como consecuencias a largo plazo después de una lesión. Los médicos reportan que la artrosis de rodilla afecta cada vez más a pacientes más jóvenes, lo que podría indicar un uso excesivo de la articulación o una postura incorrecta.

Una mala postura persistente o una postura O-B congénita o habitual, así como la obesidad, son causas comunes de la osteoartritis temprana de rodilla. Durante este proceso, el cartílago en la articulación se desgasta, se pierde la función amortiguadora natural y el hueso que se encuentra debajo del cartílago se ve afectado. En el curso de la enfermedad de la osteoartritis, puede llegar un punto en el que las superficies de la articulación se rocen directamente entre sí: esta fricción causa dolor y va acompañada de restricciones de movimiento pronunciadas.

Si la masa de cartílago degenerado queda suelta, puede provocar irritación y reacciones inflamatorias. Sin embargo, llegar a este punto es relativamente raro y puede tener diversas causas. Medidas terapéuticas apropiadas, que deben ser prescritas por un especialista, pueden ayudar a disminuir la inflamación. En el peor de los casos, se podrá valorar la opción de cirugía.

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¿Cómo puedo tratar el dolor de rodilla?

Acute knee injury with ice

Una vez que se detecta la causa, el dolor de rodilla puede ser tratado de forma específica. Si hay una lesión deportiva aguda, como un ligamento roto, debes aplicar la regla "RICE" (reposo, hielo, compresión, elevación; en sus siglas en inglés) para controlar los síntomas; en estos casos, intenta elevar la rodilla lesionada y enfriar la articulación durante intervalos de tiempo cortos, de aproximadamente diez minutos. Asegúrate de que este proceso de enfriamiento no sea demasiado fuerte ni doloroso.

Para prevenir lesiones y sobreesfuerzos durante la práctica deportiva, una rodillera protectora puede ayudar, ya que estabiliza y protege la rodilla aliviando el dolor para que desaparezca rápidamente (o, en su caso, no aparezca). En general, los soportes articulares y los tejidos de compresión brindan más apoyo cuando practicas deporte y, por lo tanto, pueden reducir el riesgo de lesiones. Otra forma de combatir y aliviar el dolor de rodilla, causado por la osteoartritis o una lesión, es el vendaje.

Si el dolor de rodilla aparece tras años de uso excesivo o desalineación, o si hay una osteoartritis de rodilla diagnosticada por un médico, es recomendable un entrenamiento estructurado y regular de flexibilidad y fuerza. En estos casos, es recomendable consultar con un fisioterapeuta, al ser el médico especialista en estas cuestiones. Por su parte, la terapia con calor también puede ayudar a aliviar el dolor y permitir un mejor movimiento.

Bowl with fresh fruits

También es importante que revises tus hábitos alimenticios, especialmente si la causa del dolor de la rodilla es la osteoartritis. Las articulaciones en nuestras rodillas y pies nos sostienen durante toda la vida y están sometidas a un esfuerzo especialmente alto si tenemos sobrepeso, lo que acelera el desgaste de manera significativa. Una dieta saludable previene la obesidad y, por lo tanto, los problemas articulares. Además, hay indicios de que la elección de nuestra dieta puede tener una influencia positiva en los procesos inflamatorios existentes en el cuerpo; aquí es especialmente útil aprovechar el consejo profesional.

Ejercicios contra el dolor de rodilla

Hay muchos ejercicios que puedes hacer en casa para contrarrestar el dolor de rodilla, pues estas prácticas habituales pueden ayudar a prevenir lesiones en esta articulación; también, los primeros signos de desgaste.

Un ejercicio muy típico y efectivo para fortalecer los músculos de las piernas, glúteos y espalda es hacer sentadillas:

  • Levántate con los pies separados a la anchura de las caderas.
  • Dobla las rodillas hasta estar en una posición como si estuvieras sentado; mientras haces esto, estira los brazos hacia adelante en paralelo y asegúrate de que tu espalda permanece recta.
  • Mantén la posición durante unos segundos.
  • Vuelve a la posición inicial.
  • Repite el ejercicio dos veces al día con veinte sentadillas por serie.

Para aliviar la presión en las rodillas, también es importante tener un tronco saludable y fuerte: los estudios demuestran que el pronóstico para las lesiones de rodilla es mejor cuando el tronco también se fortalece. Por eso, tu rutina deportiva siempre debe incluir ejercicios para fortalecer y estirar los músculos abdominales y de la espalda. Los estudios han demostrado desde hace mucho tiempo que el pronóstico para las rodillas y las caderas es mejor cuando también se realizan ejercicios de tronco.

Revisión por expertos: Dr. Michael Richter

Dr Michael
Revisión por expertos: Dr. Michael Richter

El Dr. Michael Richter es un fisioterapeuta certificado desde 1999 y trabaja en el renombrado "Rückenzentrum Am Michel" en Hamburgo, Alemania, un centro interdisciplinario especializado en el tratamiento de personas con molestias musculoesqueléticas agudas y crónicas.

Es un experto en terapia manual y terapia mediante ejercicios, y ha estado trabando con personas con problemas de espalda y articulaciones durante 20 años. Además de su entusiasmo en el tratamiento manual de los pacientes, la educación sobre el dolor está muy cerca del corazón de Michael, y su ambición durante años ha sido informar a pacientes y colegas con los mejores datos (cientifícamente sólidos) sobre el área del dolor.

Además de su trabajo práctico con pacientes, Michael está involucrado en la enseñanza y la investigación, como profesor sustituto en el campo de la fisioterapia, en la Münster School of Health en Münster, Alemania.

Aviso:

Ten en cuenta que los consejos y las recomendaciones de este sitio web han sido recopilados con gran cuidado, pero de ningún modo pueden reemplazar el consejo médico y el tratamiento. Si tienes o sospechas de un problema de salud, visita al médico y sigue sus consejos, independientemente de lo que haya aprendido en este sitio web.  

Si existe una lesión grave, debe ser evaluada y tratada por un médico especialista. Si no estás seguro de la causa del dolor, también debes consultar a un médico. Si los síntomas se acompañan de enrojecimiento, hinchazón, sobrecalentamiento de las articulaciones, dolor severo o persistente y/o síntomas neurológicos (p.e. entumecimiento, hormigueo) o si el dolor irradia a las piernas, debes consultar a un médico inmediatamente. La información en esta web no pretende ser una base para el autodiagnóstico, tratamiento o medicación.

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