Diez mitos sobre curar heridas

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Los cortes en los dedos y las manos, al igual que las abrasiones en las rodillas, son las lesiones más comunes que sufrimos. Pero aún resulta más sorprendente lo poco que sabemos sobre su tratamiento y sobre la cantidad de errores que cometemos al tratar estas heridas, a menudo dolorosas.

¡Ya es hora de abordar los diez mayores mitos sobre la curación de heridas y de sustituir las creencias por el conocimiento! Sigue leyendo, que en tan solo unos minutos estarás bien informado sobre cuestiones que pueden ayudarte a aliviar el dolor, a evitar complicaciones y a facilitar los procesos de curación.

“Las heridas sanan mejor cuando están al aire”, ¿mito o realidad?

Es un mito que ha existido durante generaciones. La máxima prioridad a la hora de curar una herida es mantenerla lo más limpia, libre de gérmenes y protegida posible. Después de enjuagar la herida, por ejemplo, con un spray para heridas sin alcohol, siempre se debe aplicar un apósito en la zona lesionada.

Los apósitos Hansaplast son transpirables y protegen la herida de posibles influencias externas: así, la suciedad y las bacterias no pueden penetrar tan fácilmente, lo que reduce el riesgo de infección. También ayudan a amortiguar la herida y a protegerla tanto de la fricción como de la presión dolorosa.

Incluso, hay apósitos especiales que son transpirables. El apósito para heridas está fabricado con poliuretano y garantiza un entorno húmedo para la herida que evita la formación de costras. De esta forma, se crean las condiciones óptimas para favorecer la cicatrización y un cierre más rápido de las heridas, reduciendo el riesgo de cicatrices.

“Los apósitos son un posible caldo de cultivo para los gérmenes”, ¿mito o realidad?

La suposición de que las bacterias pueden crecer debajo de los apósitos es tan errónea como generalizada. Porque ocurre todo lo contrario: limpiando la herida y cuidándola adecuadamente con un apósito, esta queda protegida para que no se contamine nuevamente con gérmenes y bacterias y, por lo tanto, se previenen infecciones.

Especialmente, los apósitos han demostrado ser eficaces contra un amplio espectro de bacterias y, por tanto, tienen un efecto positivo en la cicatrización de las heridas. Los elementos que componen el apósito tienen un efecto directo sobre el metabolismo celular de las bacterias, algo que impide una mayor reproducción y un combate activo contra los microorganismos.

“Cuanto mejor cuidemos la herida, más pequeña será la cicatriz”, ¿mito o realidad?

Esto es muy cierto, seguro que acertaste: una limpieza cuidadosa y el tratamiento de la lesión con vendajes o tiritas ayudan a que tu cuerpo reaccione de forma óptima.

Con la irrigación y un cuidado adecuado de las heridas se evitan posibles complicaciones como infecciones bacterianas, reaperturas por influencias externas y costras; todos ellos, factores que pueden contribuir a infectar la herida y alterar su cicatrización. En particular, los apósitos de curación rápida de Hansaplast, basados en el principio de curación húmeda de las heridas, ayudan a reducir significativamente el riesgo de cicatrices y garantizan un buen resultado en cualquier parte del cuerpo.

"La mala cicatrización de las heridas puede indicar enfermedades graves", ¿mito o realidad?

También verdadero. Las heridas que tardan un tiempo inusualmente largo en curar, así como aquellas que tienen problemas de cicatrización, pueden ser una señal del cuerpo. Por ejemplo, si nos centramos en este segundo caso, que una herida cicatrice mal puede significar un síntoma habitual de diabetes mellitus, o también dar la voz de alarma sobre un sistema inmunológico comprometido o problemas circulatorios.

Por tanto, si tienes la impresión de que la curación de tu herida está tardando más de lo habitual a pesar de centrarte en los mejores cuidados, acude a un médico para que examine las posibles causas. Así podrás quedarte más tranquilo.

"Cuanto más profunda es la herida, mayor es el dolor", ¿mito o realidad?

Un error comprensible, un mito que la mayoría de nosotros solemos asumir.

Sin embargo, a menudo ocurre lo contrario. Las numerosas fibras nerviosas que se encuentran directamente debajo de la capa superior de la piel (epidermis) hacen que las abrasiones o quemaduras superficiales causen más dolor que las lesiones por pinchazos o cortes, como las que pueden ocurrir en la cocina o el taller. Esa es la razón por la que esa afirmación no deja de ser un falsa creencia.

Eso sí, importante: ¡las heridas sangrantes, punzantes o con cortes profundos deben ser tratadas por un médico!

"Las heridas sólo necesitan apósito el primer día", ¿mito o realidad?

Muchos de nosotros sólo utilizamos vendajes para tratar heridas en la fase aguda de la lesión, hasta que se detiene el sangrado. A partir de ahí, retiramos el apósito o el vendaje lo más rápido posible para que “el aire pueda llegar a la herida”.

Sin embargo, los estudios científicos demuestran que la mayoría de las lesiones curan notablemente mejor y con menos complicaciones si se protegen con una tirita hasta su curación completa. Los apósitos de nueva generación, como el de curación rápida de Hansaplast, permiten condiciones óptimas de curación de la herida y protegen contra las influencias externas.

Si hacemos hincapié en este punto, te recomendamos mantener estos apósitos especiales de curación rápida durante dos días o más cubriendo la herida, de manera que no interrumpas innecesariamente el proceso de sanación en curso. Pero, eso sí, si utilizas apósitos convencionales, es recomendable cambiarlos cada día por motivos de higiene.

"El alcohol limpia y desinfecta mejor las heridas", ¿mito o realidad?

¡Atención, este es otro error generalizado! El alcohol NO es una buena opción para limpiar ni para desinfectar una lesión; y por diversos motivos: por ejemplo, por el dolor que produce la quemazón cuando se usa, lo que lo hace especialmente inapropiado para el tratamiento de heridas en niños; también, porque se considera inadecuado para heridas sensibles.

Por ello, los expertos recomiendan el cuidado de las heridas con productos sin alcohol que contengan ingredientes activos antisépticos, como la polihexanida, para una desinfección y limpieza indolora de las heridas. Por ejemplo, el spray para heridas de Hansaplast no contiene alcohol, no quema y favorece la cicatrización.

"El agua de mar favorece el proceso de cicatrización de heridas", ¿mito o realidad?

Se trata de una leyenda que, probablemente, tenga su origen en las novelas de aventuras y películas de piratas del siglo pasado. Aunque a muchos de nosotros nos gustaría creer en esta tesis por motivos románticos, resulta un completo disparate.

En particular, el agua de mar cerca de la costa no es un medio óptimo para el cuidado de las heridas y tampoco favorece su curación: puede estar contaminado con un sinfín de gérmenes desagradables o con productos químicos que no sólo aumentan el riesgo de infección, sino que también pueden retrasar la cicatrización de las heridas. Las bacterias y los gérmenes pueden penetrar más fácilmente y el riesgo de infección aumenta de manera considerable.

“Las heridas que pican se están curando”, ¿mito o realidad?

Todos sabemos que, después de una lesión, el área afectada comienza a sentir hormigueo y picazón; algo que afecta especialmente a las heridas superficiales. Y sí, este picor más o menos intenso puede ser un indicio de que el proceso de curación de la herida está avanzando.

¡Pero ten cuidado! Si la herida está muy roja, supura o la picazón se convierte en un dolor punzante, entonces debes consultar a tu médico, pues también podrían ser signos de inflamación que se deben tratar de manera adecuada y lo antes posible.

“Las heridas pequeñas no necesitan ser tratadas”, ¿mito o realidad?

Por desgracia, muchos de nosotros también nos equivocamos en este punto, aunque debería quedar claro que incluso el pinchazo más pequeño supone una gran puerta de entrada a nuestro cuerpo para una bacteria. Por tanto, es importante tomarse en serio el cuidado de cada lesión y tratarla de la mejor manera posible, por pequeña que sea. Esto ayuda a evitar la inflamación y garantizar una curación óptima de la herida.

Conclusión: ¡los apósitos son buenos!

Un cuidado adecuado de las heridas reduce al máximo las posibilidades de que tú o tu piel sufráis ningún daño. Una atención adecuada de la lesión, combinada con la utilización del apósito correcto, puede dar como resultado pequeños milagros. Por eso, siempre merece la pena tener en casa apósitos de distintos tamaños, así como sprays para heridas y vendajes, para estar preparados para cualquier eventualidad.

Todos estos consejos previos han sido recopilados con esmero, pero, por supuesto, no pueden reemplazar al consejo y al tratamiento médico; algo que aplica, especialmente, con lesiones de mayor tamaño, que siempre requieren atención médica. Asegúrate de leer siempre atentamente las instrucciones de aplicación y los prospectos de nuestros productos para poder utilizarlos de la mejor manera posible.

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