Aprender a andar en bicicleta es fácil
La primera bicicleta es un hito en el camino hacia la madurez de cualquier niño. Todos pueden aprender fácilmente a ir en bici si lo hacen en el momento adecuado y reciben un poco de ayuda de tu parte, como padre o madre. En este artículo te explicamos cómo enseñar a tus hijos a ir en bicicleta y cuáles son los factores a los que debes prestar atención.
La edad adecuada para comenzar
Es una de las preguntas más comunes entre los padres. Los niños aprenden mejor cuando algo les divierte: por este motivo, no presiones a tus pequeños, el interés les llegará de manera natural. Algunos comienzan a sentir curiosidad cuando tienen tres años, pues ahí ya son capaces de trabajar sus funciones motoras; otros lo hacen cuando comienzan la escuela, al ver cómo se comportan sus compañeros. Por eso decimos que la edad por sí sola no es motivo para enseñar al niño a montar en bicicleta.
Estar atentos de los niños
Montar en bicicleta puede convertirse en algo peligroso cuando los pequeños consiguen dar sus primeras pedaladas con éxito: aún no son capaces de evaluar correctamente situaciones cotidianas (algunas, incluso, peligrosas) relacionadas con el tráfico. Los niños suelen tener problemas para conducir, frenar y coordinar la atención al mismo tiempo. Por ejemplo, si ven algo interesante a un lado de la calzada, puede ocurrir un accidente en un abrir y cerrar de ojos. Por eso, trabajar el proceso de aprendizaje por fases es clave.
Una buena preparación previa
¿Sabías que también existe la opción de bicicletas sin pedales? Son muy recomendables para que los pequeños vayan adquiriendo destreza en edades tempranas. Estos ‘impulsores’ ayudarán a que vayan conociendo su propio cuerpo y el sentido del equilibrio. Y es que a los niños que tienen práctica con estas bicicletas sin pedales les resultará mucho más fácil aprender a andar en bicicleta más tarde.
Aprender con ruedines, ¿sí o no?
Seguro que más de una vez has visto a niños aprendiendo a montar en bicicleta con ruedines, estas pequeñas ruedas de entrenamiento que se colocan en la parte trasera de la bicicleta. Pues bien, aunque es un método muy común, no se recomienda. En terrenos irregulares, los ruedines pueden hacer que la bicicleta vuelque fácilmente; y, además, un niño que viaja con ruedas de entrenamiento no aprende a mantener el equilibrio: siempre depende de las ruedas adicionales, que prácticamente hacen este trabajo por él.
El equilibrio que le transmiten al niño estas pequeñas ruedas es irreal. Si aún no está preparado para montar sin ruedines, es mejor utilizar un patinete o una bicicleta sin pedales como medio de transporte y volver a la bicicleta en un momento posterior. Se trata de una aproximación diferente, que además ralentiza el proceso de aprendizaje: si luego se les priva de ese apoyo, la frustración es mayor que la motivación.
Con motivación, alcanzarán el objetivo
Aprender a ir en bicicleta debería ser algo divertido para tus pequeños, una nueva actividad que hagan con ganas. Y esto, a menudo, está muy relacionado con lo comprometidos que estén los padres para apoyar los avances que vayan teniendo. Por eso, es importante no obligar a los más pequeños: para que esté preparado, es mejor animarlo con delicadeza.
En ese momento entra en juego otro elemento clave: la paciencia. Los primeros intentos pueden conducir en ocasiones a un paseo inestable o a una caída: en ese momento, reconforta a tus pequeños con palabras de aliento y háblales de manera positiva. Un apósito para niños es capaz de hacer maravillas en los casos en que se hacen pequeños rasguños, ¡seguro que funciona! Y, si la caída provoca lesiones más graves, también tenemos consejos de primeros auxilios que podrán ayudarte.
La práctica crea maestros
Cuando tu hijo aprenda a frenar, girar y conducir bien la bicicleta, el siguiente paso es mejorar su seguridad vial. El verano es la época ideal para los siguientes ejercicios, que te recomendamos para que sigan ganando en destreza y soltura:
- Si tu hijo ya puede conducir en línea recta, este ejercicio puede ser un desafío: prepara un circuito con botellas de plástico y enséñale a hacer curvas.
- Tus pequeños también deben estar preparados para los baches: coloca palos en el camino y deja que tu hijo pase por encima. ¡Cada vez será más fácil!
- También, permite que experimenten y prueben cosas nuevas, siempre atento para evitar posibles golpes y caídas.
¿Cuál es el equipamiento adecuado para la primera bicicleta?
Para que tu hijo comience con esta nueva y trepidante aventura, necesita el equipo adecuado. Estos son los elementos que debes tener en cuenta a la hora de comprar la primera bicicleta para niños:
Correcto ajuste del manillar y altura del sillín
El ajuste más importante es la altura del sillín: debe poder tocar el suelo con ambos pies mientras está sentado, de manera que se sostenga a sí mismo y a la bicicleta de forma segura. Después de varios intentos de conducción que hayan sido exitosos y seguros, puedes ajustar el sillín a la altura óptima.
El manillar y las palancas de freno también deben estar al alcance de la mano: la postura básica suele ser con los codos ligeramente flexionados. El objetivo es que, mientras esté sentado, la posición sea lo más erguida, cómoda y respetuosa posible con la espalda.
Un casco de bicicleta adecuado
Especialmente cuando están comenzando, para que vayan familiarizándose, debes procurar que el casco de bicicleta sea atractivo para tu hijo. También insistir en que lo use. Porque no sólo es mayor el riesgo de caídas para los ciclistas principiantes, también el hecho de acostumbrarse a proteger la cabeza es clave: lo que se aprende a edades tempranas nunca se olvida.